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Arquitectura Historias

Templo Parroquial de San Isidro Labrador.

Historia edilicia de la iglesia de San Isidro, en Las Piedras.

Una historia edilicia del Templo parroquial de San Isidro Labrador, en Las Piedras, departamento de Canelones, Uruguay.

Recopilada por el arquitecto Gabriel De Benedetti, en febrero de 2017. 1

Fachada San Isidro
Fachada de la iglesia San Isidro, Las Piedras.

Introducción.

Una forma de considerar al conjunto de la ciudad de Las Piedras y su entorno, es conocer y apreciar las comunidades que la conforman, la forma que estas comunidades han persistido, cambiado y aportado al conjunto de la ciudad.

La comunidad cristiana católica, ya desde los primeros asentamientos españoles en la zona, ha formado parte de la esencia del ser de lo que hoy denominamos Las Piedras.

Este trabajo tiene la pretensión de compilar, en forma de relato, diversos elementos de la historia de un edificio, expresión material de los quehaceres, preocupaciones, errores, aciertos de seres humanos, que vivieron en diversas épocas pero compartiendo un lugar y una creencia.

Este edificio es el templo parroquial de San Isidro, en Las Piedras, sede de la Parroquia del mismo nombre, de la Iglesia Católica Apostólica Romana.

En este relato se compilan, desde la visión de este parroquiano arquitecto, relatos verbales y escritos, mayoritariamente de mi suegro y colega de profesión Carlos Alfredo Trobo, pero también diversa documentación recabada. Parte de esta última puede accederse a través de enlaces en este texto.

Quiera Dios que la posta de esta carrera sea tomada por historiadores que investiguen, ordenen y ayuden a completar esta historia de un edificio que es reflejo de nosotros.

Antecedentes.

Para esta reseña histórica, nos apoyaremos estableciendo imaginariamente una línea de tiempo que podríamos iniciar en 1516 cuando la expedición española de Juan Díaz de Solís llega a las costas del Río de la Plata.

Treinta años después, se realiza un primer intento de fundación de Buenos Aires, por don Pedro de Mendoza.

Luego, por 1580 se efectuó la segunda y definitiva fundación de Buenos Aires, por Juan de Garay.

Pasa el tiempo y en 1680 los portugueses fundan la Colonia del Sacramento.

Recién hacia principios del 1700 se realiza el proceso fundacional de la ciudad de San Felipe y Santiago de Montevideo, en el entorno de 1724 y 1726.

Desembarco de primeras familias canarias en Montevideo 1726
Desembarco de las primeras familias canarias en Montevideo. 19 de noviembre de 1726.
Carlos Menk Freire, 1987, copia del original de J.M. Pagany.

Unos cuarenta años después, se empieza a repartir el territorio alrededor de Montevideo. En 1744 se le dona una fracción de terreno rural al Sr. Luis de Sosa Mascareñas.

En esos terrenos, posteriormente se establecerían unas primeras familias, iniciando el proceso fundacional de Las Piedras2.

Recordemos que Las Piedras no fue fundada por un mandato, proyecto o una voluntad específica. Su concreción es fruto de un largo proceso de asentamientos en el área llamada San Isidro3, ubicada estratégicamente en una zona de pasaje entre Montevideo y la campaña.

Capillas anteriores.

La primer Iglesia de San Isidro, levantada en lo que hoy es la ciudad de Las Piedras, fue terminada por el Padre Felipe Ortega el 15 de agosto de 1765.

Esta capilla, mas bien que templo, de bloques de barro, ha desaparecido.

Se constata que hacia 1773 existía una capilla de San Isidro, ubicada en la esquina Noroeste de las actuales avenida de las Instrucciones del año XXIII y calle Lavalleja, donde hoy se encuentran las oficinas parroquiales, frente a la plaza principal de la ciudad.

“En 1796, luego de sostenidos esfuerzos, se levantó la segunda construcción.

Corrió riesgo de ser volada en la Batalla de Las Piedras, al refugiarse allí soldados españoles derrotados.

Reconstruida en 1836, el tiempo realizó lo que no hizo la guerra: se desmoronó.

Para ella, en 1816 José Artigas realizó una donación de $ 500”.

Cura Párroco Hugo Bordoli. Publicado cerca de 1980 en la revista parroquial «La Campana«.

También se sabe que había un camposanto situado en la actual esquina Sureste de avenida Artigas y calle José Pedro Varela.

En 1780 se produce un evento importante, que es la creación de la Parroquia de San Isidro Labrador.

Esto fue por gestión del Obispo de Buenos Aires, Sebastián Malvar y Pinto, quien propuso al gobernador de Montevideo, Joaquín del Pino, la creación de un curato en Las Piedras, con sede en la Capilla de San Isidro4.

No nos referimos al edificio, sino a la creación de la institución parroquial que abarcaba un extenso territorio, escindido de la Viceparroquia de Montevideo, y que tenía sede en la capilla de San Isidro, que ya era un centro poblado claramente establecido5.

Situación de la Parroquia en su primer siglo.

Veamos ahora un panorama general;

Luego de la creación de la parroquia de San Isidro, dos años después, en 1782 el padre don Domingo Castilla6 es nombrado como el primer cura párroco, residiendo en San Isidro de Las Piedras, hasta su muerte en 1825.

P. don Domingo Castilla. Imagen existente en la Parroquia.

La figura del padre Domingo Castilla es relevante en relación al proceso histórico de Las Piedras.

En los años anteriores a 1800 tuvo un papel importante en la concreción de donaciones de terrenos a las familias asentadas en San Isidro, regularizando y oficializando la conformación del pueblo.

Batalla de Las Piedras, fragmento
Batalla de Las Piedras, fragmento

A partir de 1811 se producen una serie de eventos históricos de importancia regional, como la finalización de la dominación española, la batalla de Las Piedras, de la cual se recogen testimonios históricos en los libros de defunciones de la parroquia, el período artiguista, la dominación luso brasileña y la provincia Cisplatina.

Finalmente, la gesta libertadora de los Treinta y tres orientales y un proceso que desemboca en 1830 con el establecimiento del entonces llamado Estado Oriental del Uruguay.

Allí no terminaron las acciones de guerra, sino que apenas nueve años después ocurre la llamada “Guerra grande” que fue un conflicto prolongado de guerra civil en Uruguay y en Argentina y también a nivel internacional con la participación de grandes potencias del momento.

Plano de Montevideo en el Sitio Grande
Plano de Montevideo en el Sitio Grande.

Concretamente, en los últimos años de la Guerra Grande se produjo el sitio de la ciudad de Montevideo, con lo que se formó en los alrededores de dicha ciudad, un conjunto de asentamientos humanos que conformaron una segunda ciudad, que junto a la campaña, respondía al Gobierno del Cerrito dirigido por el General Manuel Oribe.

Esto último es relevante para el tema que estamos tratando, ya que entre los constructores que hicieron las edificaciones del sitio, se encontraban varios inmigrantes, maestros de obras, que luego serían constructores de la iglesia de San Isidro.

Antonio Fongibell

En particular destacamos al maestro de obras catalán Antonio Fongibell (o Antoni Fongivell)7, que en esta etapa de construcción del pueblo de Cardal –actualmente barrio de La Unión en Montevideo- realizó varios encargos del General Oribe.

Según relatos, su primer obra para el General Oribe fue un puente de ladrillos un puente de ladrillos8 sobre el arroyo Cerrito.

Pueden mencionarse algunas de sus obras en ese periodo:

  • la plaza de toros de la Unión, Montevideo (inaugurada en 1855 y demolida en 1923),
  • la iglesia de San Agustín, actualmente sustituida por el Santuario de la Medalla Milagrosa y San Agustín, en el barrio de La Unión,
  • la iglesia “Pura y Limpia Inmaculada Concepción” (Monumento Histórico desde 1975) ubicada en calle Zufriategui 963 del barrio del Paso Molino.

Estas y otras obras fueron encargadas por el Gral. Manuel Oribe a Antonio Fongibell durante el Gobierno del Cerrito.

También, lo que podríamos llamar un antecedente, como la construcción del Colegio, encargado directamente por Oribe.

Este Colegio es el origen de las construcciones que actualmente conforman el Hospital Pasteur9.

Colegio en el pueblo del Cardal. Mirador de Oribe.
Colegio en el pueblo del Cardal. Mirador de Oribe.

Allí existe una torre que servía de mirador, al que se le llamó “El mirador de Oribe”, de planta octogonal y tres niveles de altura con balcones perimetrales y barandas de hierro, con un coronamiento revestido con azulejos, del que podemos hallar antecedentes en la arquitectura mudéjar en la costa mediterránea española, y se puede apreciar un cierto parecido con los coronamientos de las torres en la iglesia de Las Piedras, realizada posteriormente por el mismo maestro de obras Antonio Fongibell.

Mirador de Oribe
Coronamiento del Mirador de Oribe, actualmente Hospital Pasteur.

Otra obra que realizó Fongibell en el pueblo del Cardal (actualmente barrio La Unión, de Montevideo) fue la iglesia de San Agustín.

La misma posteriormente fue demolida y sustituida por otra iglesia que es el actual Santuario de la Medalla Milagrosa y San Agustín.

Iglesia de San Agustín
Fachada de la Iglesia de San Agustín.
Fachada de la antigua Iglesia de San Agustín. Imagen arq. Juan Giuria.

En esta imagen y antigua fotografía de la fachada sin terminar de la iglesia de San Agustín podemos ver ciertas semejanzas en estilo, el rosetón central, las tres arcadas de acceso, con la fachada que luego se construyó en San Isidro de Las Piedras.

Catedral de San José de Mayo. Wikipedia.
Catedral y Santuario Nacional de San José de Mayo.

Corresponde señalar que posteriormente a la construcción del templo parroquial de San Isidro en Las Piedras, Antonio Fongibell se radicó en San José de Mayo donde proyectó y construyó la iglesia de la parroquia de dicha ciudad, actualmente Catedral y Santuario Nacional de San José de Mayo.

La Iglesia del Padre Joaquín Moreno.

Luego de la finalización en 1851 de la Guerra Grande, tres años después encontramos a los maestros de obra, el catalán Antonio Fongibell y el mallorquín Vicente Mayol, instalados en Las Piedras iniciando la construcción del nuevo templo parroquial.

La construcción llevó unos trece años hasta que en 1868, un par de años antes del centenario de la creación de la Parroquia, se finalizaron las obras y se bendijo el templo.

Campanario de iglesia San Isidro, Las Piedras
Las torres de la iglesia San Isidro en la actualidad, de Antonio Fongibell y Vicente Mayol.

El párroco era el P. Joaquín Moreno10, gran promotor de la construcción del templo y activo participante en la sociedad pedrense para lograr mejoras en el centro urbano.

Podríamos observar que el tamaño de esta iglesia era probablemente excesivo para el núcleo urbano de San Isidro en ese momento, pero se debe considerar que Las Piedras durante la Guerra grande había aumentado su población y tenía una relativa prosperidad dada su posición de abastecimiento de alimentos y sitio estratégico para las comunicaciones con la campaña.

Recordemos que la Parroquia San Isidro, como institución, ya existía desde la época colonial española en 1780, ocupando un extenso territorio, con su sede en la capilla de San Isidro, que ya era un centro poblado de relevancia en la época.

El poblado de San Isidro (actualmente Las Piedras) no fue fruto de un diseño, sino que fue un asentamiento que paulatinamente fue regularizándose y reconociéndose como villa, pueblo y posteriormente ciudad.

Por esto, no presenta algunas de las características de las ciudades latinoamericanas que se iniciaron de acuerdo a Leyes de Indias.

En particular, el diseño de la plaza central, las calles en su entorno y el emplazamiento de los edificios institucionales no responde a los criterios de dichas Leyes.

Iglesia San Isidro en 1882
Iglesia parroquial de San isidro Labrador y plaza de Las Piedras, en el año 1882.

El emplazamiento de la iglesia parroquial es en un predio directamente frentista a la plaza y ni siquiera sobre la mediana de la cuadra, sino que es muy cercano a la esquina de las actuales calle Lavalleja y Avda. de las Instrucciones del año XIII.

En el detalle el coronamiento de las torres, con balcón de planta octogonal y baranda de hierro, se aprecia una forma arquitectónica mejorada respecto a la del “Mirador de Oribe”, que veíamos anteriormente, revestida con azulejos al modo mediterráneo.

La iglesia responde a una tipología basilical simple, sin cruceros, con una amplia nave central con siete columnas a cada lado, y naves laterales menores.

No tiene ábside, sino que la nave central se trunca en una pared sobre la cual se recuesta un retablo con columnas y ornamentaciones de carácter ecléctico, sobre el cual originalmente se adosaba el altar mayor.

En las naves laterales se ubicaban altares menores dedicados a diversas devociones y santos.

Interior de Iglesia San Isidro 2014
Interior de la Iglesia San Isidro, en 2014.

El espacio interior de esta iglesia tiene proporciones muy esbeltas y elegantes, con un destacado desarrollo en altura respecto a su ancho, ofreciendo una espacialidad que podemos vincularla en forma genérica con la arquitectura de la primer etapa del Renacimiento, el “cuatrocento” italiano, con proporciones, simplicidad y ritmos que recuerdan el legado del arquitecto renacentista Filippo Brunelleschi.

En algunos textos y placas recordatorias, se habla de una referencia “Brunelleschiana” estableciendo una supuesta semejanza entre los coronamientos de las torres de San Isidro y la famosa linterna de la cúpula de Santa María del Fiore, catedral de Florencia, Italia, proyectada por Filippo Brunelleschi.

Se trata de repeticiones descontextualizadas y erróneas de los apuntes del arquitecto Carlos Alfredo Trobo.

Éste consultó en 1952 al arquitecto Juan G. Giuria -profesor de Historia de la Arquitectura en la Facultad de Arquitectura de la UdelaR-, quien le expresó que la Iglesia de San Isidro, dentro de una estética ecléctica, corresponde a la proporcionalidad, elegancia y sobriedad de estilo propios del primer período del Renacimiento italiano, representado principalmente por el arq. Filippo Bruneleschi.

El paralelismo -no similitud- entre las torres de San Isidro y la linterna de la cúpula mayor de Santa María del Fiore sólo se explica en un contexto donde para la imitación o referencia a modelos arquitectónicos no existía disponibilidad de planos y fotografías, por lo que los constructores debieron recurrir al recurso inexacto de la memoria.

Arquitecto Gabriel De Benedetti, basado en escritos y conversaciones con el arquitecto Carlos A. Trobo.

La fachada tiene proporciones muy esbeltas y su conformación estilística se relaciona con la sobriedad de la arquitectura colonial, pero con elementos ornamentales eclécticos. A esto se suma lo ya referido sobre los coronamientos de las torres donde encontramos referencias a la arquitectura tradicional del azulejo, característica del Mediterráneo.

La iglesia original fue realizada íntegramente en ladrillos por Antonio Fongibell y Vicente Mayol, y se aprecia la maestría en el dominio de la albañilería por estos constructores.

Cúpula de ladrillos en torre Sur, iglesia de San Isidro
Cúpula de ladrillos en torre Sur, iglesia de San Isidro.

Como ejemplo, podemos observar que las escaleras interiores de ascenso a las torres fueron realizadas en ladrillo, empleando técnicas propias de la albañilería tradicional catalana11.

Realizaron arcos de ladrillos colocados “a la espiga”, prácticamente sin cimbras ni encofrados.

Escalera sobre arcos de ladrillo, en la torre del campanario.

Estos arcos siguen una forma geométrica llamado arco catenario, que tiene como característica que permite conducir los empujes comprimiendo cada pieza en forma uniforme, con lo que se logra un perfecto aprovechamiento de los materiales cerámicos, trabajando a la compresión.

Escalera de ladrillos, San Isidro.
Escalera sobre arco catenario de ladrillos. Torre Sur de iglesia San Isidro.

Puede observarse el detalle de la escalera realizada con esta técnica catalana, en la torre del lado sur, que no está abierta al público, en donde no se realizaron revoques.

Allí se pueden apreciar los ladrillos de las paredes y los que forman la bóveda que sostiene los escalones; todo apoyado en bóvedas de ladrillos de menos de 5 cm de espesor, apoyándose de lado entre sí.

Los últimos años del siglo XIX.

Veamos ahora un panorama general desde la construcción del templo hasta los primeros años del siglo XX.

Luego de la inauguración del Templo en 1868, por discrepancias con el gobierno, el padre Joaquín Moreno debió retirarse de la parroquia, por lo que en los años siguientes el cargo de Párroco quedó vacante, cubriéndose solo con interinatos.

En esa época se recibía fuerte inmigración desde Europa que fortalecía económicamente al país, particularmente a la zona de Las Piedras, de fuerte vocación agropecuaria.

También en el país se produjo desde mediados del siglo XIX hasta 1917 un cambio en las ideas predominantes, con el influjo de nuevas corrientes filosóficas de tendencia liberal, el influjo de la masonería y de corrientes políticas anticlericales de origen europeo que llegaron a Uruguay con la inmigración.

Esta situación resultó en un proceso de conflictos entre el Estado y la Iglesia Católica, tendiente a la secularización de la sociedad12, proceso que culmina en la separación definitiva entre el Estado y la Iglesia en la constitución de 1917.

Volviendo a la vida parroquial, el P. Joaquín Moreno fue el último cura secular de Las Piedras.

Es que en 1879 Monseñor Jacinto Vera entrega la parroquia a la congregación salesiana, quienes la administran hasta hoy.

Colegio San Isidro
Primeras edificaciones de los salesianos para el Colegio San Isidro.
Avda. de las Instrucciones del año XIII y calle Garibaldi, Las Piedras.

Los salesianos eran sacerdotes y hermanas religiosas de origen italiano, de una congregación nueva y dedicada a la educación de jóvenes. Dos años después de instalarse en Las Piedras, ya habían iniciado a dictar clases de educación primaria los respectivos colegios, que hoy son el Colegio San Isidro y el Colegio San José.

Los salesianos dieron gran dinamismo a la Parroquia, y en esta primera etapa del templo, realizaron varios aportes importantes a la construcción.

El reloj.

Uno de los ejemplos de estos aportes es que en 1882 se compró y se instaló un reloj en la torre Sur.

De origen alemán, marca “J. F. Weule» de la ciudad de Bockenem, es el reloj que hoy sigue en funcionamiento con su campana dando las horas para nuestra población.

Maquinaria de reloj en iglesia San Isidro
Maquinaria de reloj en torre Sur de la iglesia San Isidro, año 1882.

Las campanas.

En 1890, siendo Párroco el P. Lorenzo Bacigalupo, la feligresía dotó al templo de un concierto de cinco campanas13, realizadas en la fundición de don Juan Bautista de Poli, en Údine, Italia.

Campanas de iglesia San Isidro.
Las cinco campanas en Udine, Italia, previamente a su envío a Uruguay.

Éstas fueron elevadas por Julián Ercila, e instaladas sobre un castillo en madera de quebracho y herrería forjada a mano, ideado por el Ingeniero salesiano Domingo Delpiano y ejecutado por el Sr. Francisco Corbellati y los hermanos Juan y Ángel Zunino.

Iglesia San Isidro, campana
Campana con el contrapeso original, en madera dura.

Fueron apadrinadas por importantes personalidades de la época, como el ministro de gobierno Julio Herrera y Obes, o Juan Zorrilla de San Martín.

Su llegada y bendición por el Obispo Monseñor Inocencio María Yéregui, dieron lugar a grandes festejos populares14.

Etapas constructivas en la historia del edificio.

En el recorrido del edificio del actual templo parroquial desde su inauguración en 1868 hasta nuestros días, podríamos arriesgar tres grandes etapas diferenciadas por sus características constructivas.

A grandes rasgos;

  1. Una primera etapa desde su construcción por Fongibell y Mayol en 1868 hasta poco antes de 1910, cuando se demolió el techo de bóveda en ladrillos, por circunstancias de las que hablaremos más adelante.
  2. Una segunda etapa ocurrió desde la construcción de un segundo techado con estructura de madera y chapas zincadas, existente hasta 1952.
  3. Y una tercer etapa constructiva, a partir de 1952 cuando se construyó el techo actual de bóvedas de hormigón armado, al cual en 1978 se le agregó un sobretecho de chapas galvanizadas.

Primera etapa: Fongibell y Mayol.

Esta es una fotografía antigua, donde se puede ver el interior de la iglesia en su primera etapa constructiva, con la cubierta de bóvedas de ladrillo realizadas por Antonio Fongibell y Vicente Mayol.

Interior de iglesia San Isidro a fines del siglo XIX
Interior de la iglesia San Isidro, a fines del siglo XIX.

Observemos algunos detalles; el altar mayor se ubicaba sobre el retablo, las columnas estaban decoradas con efecto marmolado.

Sobre las columnas de la nave central se habían realizado arcos que sostenían la bóveda central. Estos arcos no son los actuales, debe verse el detalle que los arcos de la foto se encontraban revocados, pintados con un listón decorativo.

También puede apreciarse el púlpito a la izquierda, el barandal para reclinatorio emplazado frente al presbiterio y el retablo con el altar adosado, propios de la liturgia de dicha época.

Vista desde la plaza.

El pavimento de la iglesia era de baldosas de gres españolas, de color terracota.

Las mismas se encuentran bajo el pavimento actual y pueden apreciarse algunas en el piso del depósito al Norte del templo y en el piso y escalera de la torre Norte.

Hoy pueden apreciarse placas que indican los nombres de donantes que financiaron la realización de los revoques en las columnas interiores y el retablo principal.

La demolición.

Aparentemente ocurrieron algunos defectos en las bóvedas, lo que llevó a que técnicos del gobierno aconsejaran la demolición de la totalidad del templo en los primeros años del siglo XX.

Esta decisión fue algo exagerada, ya que los defectos no abarcaban a todo el edificio15.

Por orden del gobierno, entre el año 1909 y 1913 se tiró abajo el techo de la iglesia porque aparentemente “amenazaba ruina”.

San Isidro, interior de la iglesia sin techo en 1911
Interior de la iglesia sin techo, fechada en 1911.

Esta fotografía fechada en 1911, muestra la iglesia demolida parcialmente, con vegetación ya creciendo entre las baldosas de piso, un pequeño techo para protección del altar mayor y también se aprecian los restos de los arcos originales, con los listones decorativos que mencionábamos anteriormente.

De la demolición ordenada para la bóveda y techos originales, sólo pudo librarse el tramo de bóveda entre las torres de la fachada, que persiste y puede apreciarse actualmente.

Parte de la iglesia demolida.
Imagen de principios de siglo XX de la iglesia San Isidro, demolida parcialmente.

De dicho remanente, es que años más tarde pudo recomponerse el perfil original de la bóveda central del templo.

De esta forma termina la primera etapa de la historia constructiva del techo.

No llegó a demolerse la totalidad del edificio gracias a la acción de la feligresía en 1913, que liderada por don Pilar Cabrera16, logró detener la demolición salvando el patrimonio de los muros, columnas y torres de la iglesia de Las Piedras.

Demoliciones a principios de siglo XX.

También se logró recuperar el reloj que se había sacado y llevado a la Comisaría, que en aquel momento se ubicaba ante la plaza, en el predio ocupado actualmente por el Club Solís, frente a avda. Artigas entre calles Lavalleja y Rivera, Las Piedras.

El interior de la iglesia con los techos demolidos, a principios de siglo XX.

Durante más de siete años permaneció abandonada, sin techo ni piso.

Segunda etapa: La Iglesia con techo de madera.

Gracias a la intervención de la feligresía, encabezada por don Pilar Cabrera, en 1913 se detuvieron las demoliciones a tiempo para salvar los muros, columnas y torres.

Con el apoyo de la comunidad pedrense se realizó la reconstrucción hasta 1920, con un nuevo techo de estructura y cielorraso de madera y cubierta de chapas de zinc.

Interior de la Iglesia, con el cielorraso y vigas de madera.

Con este nuevo techado se modificó la arquitectura interior del Templo, especialmente en la construcción de una gran viga dintel sobre los capiteles de las columnas, a diferencia de los arcos originales del periodo anterior.

En este dintel habían ventanas que iluminaban la nave central.

Se aprecia también la forma del techo a dos aguas, donde se distinguían las cerchas de soporte.

Pavimento de nave central, foto del año 2014.

El piso original de la iglesia estaba formado por baldosas cerámicas que habían quedado en muy mal estado por efecto de la intemperie y la vegetación que creció durante los años de demolición.

Sobre estas baldosas se construyó un nuevo pavimento de baldosas de gres, de origen francés y de alta resistencia, que se conserva hasta hoy.

Interior de la iglesia, hasta la década del 1940.

Aquí vemos la conformación del altar mayor que estaba adherido al retablo con el sagrario sobre él –recordemos que en esa época el celebrante de la misa se ubicaba de frente al sagrario y de espaldas a la feligresía- Sobre el sagrario se mostraba una imagen del Sagrado Corazón de Jesús que hoy se conserva en un altar lateral.

A los lados, sobre ménsulas ubicadas a cierta altura estaban las imágenes de los santos patronos; San Isidro Labrador y su esposa; Santa María de la Cabeza, imágenes que se conservan en la actualidad.

Interior, vista hacia el atrio. Cerca de 1940.

Esta imagen es tomada desde el presbiterio hacia el atrio, y se puede apreciar la forma general del interior de la iglesia, el púlpito de madera desde el cual el sacerdote hablaba a la feligresía, elevado para permitir una mejoría en la emisión acústica.

Vemos también el órgano en el coro, los confesionarios de madera entre las columnas.

El órgano Walker.

En 1901 el sacerdote salesiano Félix Guerra adquirió un órgano alemán, que fue instalado originariamente en la Capilla de María Auxiliadora, que era la capilla destinada al Colegio salesiano, de estilo gótico y que estaba ubicada en la esquina Suroeste de avenida Artigas y Garibaldi.

Conocida como “la capilla gótica”, fue demolida a fines de la década de 1960, perdiéndose un elemento patrimonial importantísimo para el acervo pedrense.

En 1919 este órgano se trasladó a la iglesia parroquial, ubicándose en el coro, sobre el atrio.

Órgano en iglesia San Isidro
El órgano en la ubicación actual, en el coro y junto al rosetón de la fachada.

En la década de 1990 se le realizaron tareas de restauración y se modificó su ubicación a la actual, que permite mantener el nivel de humedad adecuado para el órgano y la visión del rosetón central desde el interior.

El crucifijo.

En 1933 se colocó un crucifijo con una imagen comprada por el sacerdote Antonio Lacabanne en Europa.

La cruz fue realizada en madera de cedro en Talleres Don Bosco.

Cruz con imagen de Cristo.

Inicialmente esta cruz se ubicó asomando entre las columnas del lado Norte.

Posteriormente, a fines de la década de 1970 se usó como imagen central del retablo, complementándose el ancho de la cruz.

Esto fue hasta 2012 cuando se trasladó a la ubicación actual.

Reformas en la década de 1940.

En la década de 1940 se realizaron diversas obras de acondicionamiento y mejoras en la iglesia17.

Siendo párroco el P. Carlos Charles, se convocó a un importante arquitecto de la época, el arquitecto Rafael Ruano18, que por esa época estaba realizando obras de restauración en la Iglesia Matriz, la Catedral de Montevideo19.

Obras de acondicionamiento y reforma de fachada.

Dado que se presentaban dudas sobre la estabilidad de las torres, se consultó a un eminente ingeniero calculista de la época, el célebre calculista alemán Adolf Hartschuh20, quien proyectó una viga cintura y elementos de consolidación y vinculación entre las torres, obra que se inició en 1943.

Desde 1943 a 1946, se realizaron bajo la dirección del arquitecto Rafael Ruano, trabajos de sustitución de revoques de las fachadas y torres de campanarios.

Detalle de fachada.

De esta época, se puede apreciar en la fachada actual, detalles de cornisas y molduras de fachada, y los monogramas de María Auxiliadora con las letras MA entrelazadas sobre el rosetón, y JHS, monograma del nombre de Jesús.

Fachada de la iglesia en 1946.
Obsérvese la casa parroquial que en ese momento era de una planta y el surtidor de nafta en la vereda de la plaza.

En esa oportunidad se efectuaron diversas mejoras en la construcción, destacándose el cambio del rosetón central con la imagen del santo patrono.

Rosetón de fachada con imagen de San Isidro labrador, vista desde el interior.
Existe una inscripción: «A la memoria de Miguel Navajas y Alcira Latorre. Restauración 1945».

En el interior, el arquitecto Rafael Ruano proyectó un nuevo altar de María Auxiliadora, en estilo ecléctico y elementos del barroco colonial como las columnas salomónicas.

La ejecución fue de la empresa constructora Motter y Borlandelli.

Altar de María Auxiliadora.
Arq. Rafael Ruano.

En ese momento se pensaba sustituir los demás altares de la iglesia por proyectados en estilo similar, pero por falta de recursos no se concretó la idea.

Tercera etapa: Las bóvedas de hormigón armado.

En 1952, el párroco don Oreste Santiago Nuti21, que posteriormente sería el primer Obispo de Canelones, y visto que el techado existente ya ofrecía señales de deterioro, decidió construir las nuevas bóvedas llamando a varios arquitectos a concurso restringido, resultando ganador el proyecto del arquitecto pedrense Carlos Alfredo Trobo Cabrera22.

El mismo, propuso sustituir el techo existente por bóvedas de hormigón armado restituyendo la imagen original del templo.

Detalle de los arcos y bóveda recién desencofrados.

Éste consultó al Profesor de Historia de la Facultad de Arquitectura, arquitecto don Juan Giuria23 sobre el afinamiento del estilo, e hizo realizar el cálculo de la estructura de bóvedas al Ingeniero don Walter Hill24, calculista de renombre internacional, especialista en bóvedas cáscara de hormigón armado.

En la bóveda de la nave central, la directriz es una elipse, acompañando la forma original realizada en 1868, de la cual subsiste hasta el día de hoy un sector entre las torres, techando el coro.

Encuentro de la bóveda de ladrillo original sobre el coro y la bóveda de hormigón armado.
Fotografía del arq. Carlos A. Trobo.

Sobre las naves laterales se realizaron cúpulas “volta a vela”, también llamadas de pañuelo, de acuerdo al estilo.

Por falta de recursos, los arcos y cúpulas de las naves laterales no pudieron ser revocados, apreciándose al día de hoy las marcas de las tablas y tablillas que formaban los encofrados.

Nave lateral con cupulines «volta a vela».

Estas obras fueron realizadas por la empresa García Otero, Butler y Zaffaroni, en el año 1952, la cual propuso un encofrado corredizo, apoyado en las columnas.

Encofrado corredizo de la bóveda sobre la nave central, apoyado sobre las columnas existentes.

Con esto la empresa evitó la mayor parte del apuntalamiento desde el piso hasta el nivel de capiteles, y pudo realizar el llenado de las bóvedas por etapas.

Corresponde destacar a la pericia de los técnicos actuantes y de la empresa constructora.

Como curiosidad, observamos que el hormigón en las bóvedas y cúpulas es de tan sólo 4 cm de espesor, lo cual es representativo de la calidad de proyecto y ejecución de estas obras.

Vista desde el exterior de los arcos y la bóveda, durante su construcción.
Actualmente este espacio se encuentra bajo el sobretecho que se construyó posteriormente.

Cabe comentar que, más allá del prodigio constructivo y de cálculo estructural de esta cubierta, se constató un funcionamiento inadecuado del punto de vista térmico y humídico, por lo que en décadas siguientes se realizaron obras de impermeabilización sobre las bóvedas y cúpulas.

En particular, en 1972 se aplicó lo que fue llamado una capa butílica, siendo probablemente una aplicación experimental de membrana asfáltica aluminizada, novedosa en el país25.

Fachada de la iglesia, en ocasión de Primer Congreso Mariano, en 1954.

Durante la década del 1970 se realizaron diversas instancias de arreglos, en particular en los años 1971, 1972, 1975 y 1977.

“El gran arreglo de 1972, implicó revocar todo el interior del templo, sacándose más de 80 camiones de escombros, renovar la instalación eléctrica y pintura del interior, a más de revoques exteriores y canalones de desagüe”.

Revista parroquial «La Campana«.

Hacia 1972 se realizó el techado con cubierta de chapas de fibrocemento sobre el espacio entre el templo y el padrón vecino, generándose un local para depósito, llamado coloquialmente como “el ómnibus” por su extrema longitud.

Una mirada a la sociedad.

A partir de la década del 1950, ocurrieron grandes modificaciones en la sociedad, en nuestro país, y específicamente en Las Piedras y en su comunidad católica.

Las Piedras, a principios del siglo XX.

Las Piedras, que ya era nombrada oficialmente ciudad por la Ley N° 7837 del 14 de mayo de 1925, desde mediados del siglo comenzó a tener un constante aumento de población y de superficie urbana, con los grandes emprendimientos inmobiliarios que crearon las villas, a las que acudió una importante inmigración, tanto desde del interior del país como población expulsada de Montevideo.

Según datos censales de población, en el año 1963 en Las Piedras había 40.600 habitantes, hasta más de 70.000 en la actualidad.

Como observación, durante la década de 1960 hasta 1975, la población de Las Piedras creció aproximadamente a razón de mil habitantes por año.

Procesión de San Isidro, en 1953.

No sólo es un aumento cuantitativo, ya que la población que protagonizó dicho crecimiento provino expulsada desde Montevideo, muchas veces con origen desde el interior del país.

Ocurrieron cambios en la economía, que paulatinamente pasó a ser de base agropecuaria minifundista (las quintas) a complementarse primero, y sustituirse después con pequeñas industrias, obreros que trabajan en Montevideo, comercios, servicios, etc.

Esto trajo consigo cambios culturales, animados por los cambios culturales propios de la segunda mitad del siglo XX, la masificación de las tecnologías, la presencia de los grandes medios de comunicación, etc.

Procesión de San Isidro, en 1990.

También la Iglesia como institución ha tenido cambios importantes, por ejemplo;

A nivel local en 1961 se crea la Diócesis de Canelones.

A nivel global, entre los años 1962 y 1965 se celebró en Roma el Concilio Vaticano II, en el cual se instituyeron cambios importantes en la orientación de la Iglesia.

Concilio Vaticano II, en Roma.

Específicamente a nivel de rituales, se abandonó la práctica de la Misa celebrada en idioma latín, y se autorizó el uso de los idiomas de cada lugar.

También se cambió la disposición del altar, que pasó a ser centro de la asamblea de creyentes, y el sacerdote celebrante pasó a ubicarse de frente a la feligresía.

Iglesia San Isidro, década de 1990.

Estas nuevas disposiciones produjeron que en la década siguiente, se debieran realizar -al igual que en miles de iglesias en el mundo- cambios importantes en la arquitectura interior del Templo.

A pesar que en el Concilio no se ordenó que se retiraran altares o imágenes menores, hubo además una tendencia -algo iconoclasta- tendiente a demoler los altares secundarios, eliminar devociones menores, imágenes y elementos decorativos de las iglesias.

El templo post Concilio.

En otros lugares hubieron arquitectos que influidos por los postulados estéticos del movimiento moderno en arquitectura, aconsejaron una suerte de “limpieza” de imágenes26, pero en Las Piedras no fue así; las decisiones de eliminar los altares que existían en las naves laterales fue tomada por los mismos sacerdotes, en consonancia con el “espíritu de la época”.

Estampa mostrando el altar de Santa Teresita, actualmente demolido.

“El retiro de los altares y de muchas estatuas se debe a esto: dar realce al altar en donde se realiza el Sacrificio del Señor y al lugar donde su presencia continúa con nosotros y por nosotros.”

Revista parroquial «La Campana«, 9 de abril de 1972.

Posteriormente a esta etapa y a partir de 1978 aproximadamente, el párroco P. Hugo Bordoli efectuó sucesivos encargos al arquitecto Carlos Alfredo Trobo tendientes a restablecer la armonía y adecuar el Templo a las nuevas disposiciones y usos litúrgicos.

Es así que se recuperaron y se restauraron diversas imágenes, mármoles y vitrales que se habían desechado, se cambió de ubicación la Sacristía, y se terminó la Capilla del Santísimo Sacramento para albergar al Sagrario luego del cambio de ubicación del altar mayor.

El sobretecho.

En 1978 también se construyó un sobretecho sobre la bóveda y cúpulas, evitando humedades y mejorando sustancialmente el comportamiento térmico al interior de la iglesia.

Este sobretecho tiene cerchas de hierro y correas de madera con cubierta de chapas de acero galvanizado, dejando franjas de chapas traslúcidas frente a los lucernarios, permitiendo el paso de la luz natural.

Esta obra es del arquitecto Trobo, ejecutada por el constructor Francisco Spada y el rematador Lapizaga.

Los constructores y el arquitecto, durante la construcción del sobretecho.

Desde principios de la década de los 80 hasta el año 2012, el interior de la iglesia lucía con pinturas de paredes en color siena de acuerdo al estilo renancentista, y el crucifijo que fuera comprado del padre Lacabanne presidiendo el espacio ritual.

En la nave lateral Sur se ubicaron las imágenes de los santos patronos.

Capilla del Santísimo Sacramento.

A fin de albergar el Sagrario luego del traslado del altar mayor, se construyó la Capilla del Santísimo Sacramento27 por el Arquitecto Carlos A. Trobo.

Capilla del Santísimo Sacramento.
Arq. Carlos A. Trobo.

El Sagrario, con puerta de bronce, luce luminoso en un marco de madera noble, que aporta dulzura y suavidad al retablo en piedras de mármol.

Cabe destacar que los mármoles, molduras y gran parte de los elementos de la Capilla, fueron recuperados de las demoliciones que relatáramos anteriormente y reciclados para este nuevo destino.

Los soportes del altar son candelabros reutilizados, y los vitrales fueron rescatados de los escombros resultantes de la demolición de la Capilla de María Auxiliadora28.

Las Campanas, reparación y rotura.

En 1994, más de un siglo después de su inauguración, durante el curato del P. Juan Algorta, se efectuaron tareas de acondicionamiento del juego de campanas, con el aporte nuevamente de toda la feligresía.

Estos trabajos fueron dirigidos por el arquitecto Trobo, y ejecutados por el Sr. Luis Ruiz.

Conjunto de campanas en la torre norte, año 2010.

Se realizó la sustitución del sistema de contrapesos y soporte de las campanas, brindando a la población de Las Piedras la recuperación de un patrimonio de sonidos del juego de campanas.

Lamentablemente, hubieron fallos de mantenimiento en un eje de bronce sobre el cual se apoya la campana mayor, agravado por mal uso de personas que sin autorización abusaron de tocar a vuelo las campanas sin cuidado. Se desplazó el soporte de esta campana, la cual al rozar contra el muro lateral, se fisuró, con lo que se ha perdido su sonido.

Iglesia San Isidro, campanario.

Por averiguaciones realizadas en el momento, no era posible la reparación de la fisura. La alternativa de fundir nuevamente la campana resultó imposible de acometer por su alto costo.

Recuperación de Capilla del Santísimo.

Tiempo después, en 2007, siendo párroco el P. Julio Dodero, se encargó al arquitecto Gabriel De Benedetti la recuperación de la Capilla del Santísimo Sacramento, que presentaba diversos desperfectos por humedades.

Los paneles laterales de madera, realizados por la carpintería de Oscar Rodríguez, cumplen una función de ventilación de las humedades de paredes, y conforman un elemento estético que realza el espacio destinado a la Eucaristía.

Capilla del Santísimo Sacramento, en la actualidad.

En tiempos recientes, el párroco P. Mateo Méndez emprendió con el conjunto de los parroquianos la tarea de acondicionar el interior del templo.

Bajo la dirección del arquitecto De Benedetti, en 2012 se realizó nueva instalación eléctrica, de iluminación artificial, y la pintura general del interior del Templo, buscando otorgar mayor luminosidad y concentrando la atención de la asamblea en el altar mayor.

En 2013 se hicieron reparaciones y sustituciones de chapas en el sobretecho.

Bajo directivas del Obispo Monseñor Alberto Sanguinetti, se reubicaron las imágenes y se colocó una nueva cruz con una imagen de Cristo Resucitado en el sitio principal del Retablo.

Síntesis.

Ya finalizando, recordamos las tres grandes etapas constructivas del Templo San Isidro;

Una primera etapa desde su construcción inicial en 1868, realizada por los maestros de obra Antonio Fongibell y Vicente Mayol, enteramente en ladrillos.

Aspecto general de la plaza de Las Piedras, en 1919.
Resalta la iglesia parroquial de San Isidro y el fondo de la capilla salesiana de María Auxiliadora, sobre calle Garibaldi.

En la primera década del siglo XX por consejo de técnicos del gobierno se comenzó la demolición de la iglesia, derribándose los techos. Por intervención de la feligresía liderada por don Pilar Cabrera se detuvo la demolición.

Así comienza hacia 1912 la segunda etapa constructiva del templo, con techumbre de madera y chapas de hierro zincado.

Interior de la Iglesia de San Isidro, entre 1919 y 1950.

Más adelante, en la década de 1940, el arquitecto Rafael Ruano efectuó tareas de acondicionamiento de revoques de fachada y en interiores.

La tercera etapa constructiva inicia en 1952, con la sustitución del techo de madera por bóvedas y cúpulas de hormigón armado proyectadas por el arquitecto Carlos Alfredo Trobo y calculadas por el ingeniero Walter Hill.

Altar mayor, con anterioridad al 2012.

Más adelante, en 1978 el arquitecto Trobo proyectó un sobretecho de protección sobre estas bóvedas.

Iglesia San Isidro, 2016.

De esta forma llegamos a la actualidad, con esta iglesia de San Isidro, que es un importante elemento patrimonial no sólo para la comunidad católica, sino para toda la ciudad de Las Piedras.

Consideramos que es el principal edificio pedrense que puede considerarse un icono identificatorio de nuestra ciudad, testigo y partícipe de la vida cotidiana y de los hechos principales de nuestra historia.

Gabriel De Benedetti, arquitecto.


Complemento

Posteriormente a la publicación del artículo anterior, se indica;

  • A principios del año 2023, siendo Párroco el P. André Boone SDB, se hicieron los siguientes trabajos;
    • Acondicionamiento y sustitución del mecanismo y esferas del reloj en la torre Sur.
    • Instalación de mecanismo electromecánico para sonar las campanas.

Estas obras se describen en el artículo Reloj y Campanas, publicado en este sitio web.


Notas

  1. Este artículo se origina en la preparación de una exposición sobre la situación de Las Piedras y la construcción del templo parroquial hacia 1868, por el Profesor e historiador Raúl Cheda, y el arquitecto Gabriel De Benedetti.
    Dicho evento se efectuó en el marco del Día del Patrimonio en 2014, bajo el lema «Espacio público – Arquitectura. Participación ciudadana al servicio de la comunidad». ↩︎
  2. Libro: “Castas y esclavos en el ochocientos. Las Piedras 1778 – 1826.”
    Autor: Raúl Cheda Espiga. 2012.
    Talleres gráficos Vanguardia. ↩︎
  3. Folleto: «Las Piedras, su proceso fundacional.«
    Autor: Felisberto V. Carámbula. Octubre de 1986. ↩︎
  4. Artículo sobre la «Iglesia de San Isidro Labrador«, publicado en el sitio web de la Intendencia de Canelones. ↩︎
  5. Capítulo I del Libro: «Un cura de 1800«
    Autor: Manuel de Amenedo Montenegro.
    Publicado en Boletín histórico del Ejército, Nros. 251 – 254. Montevideo, 1978. ↩︎
  6. Padre don Domingo Castilla, primer cura párroco de San Isidro. ↩︎
  7. Libro: “Uruguay: La herencia ibérica en arquitectura y urbanismo.”
    Autores: Fernando Chebataroff, César J. Loustau. Ediciones de la Plaza, 2003. ↩︎
  8. Libro: «Historia del Hospital Pasteur, el Asilo de mendigos de La Unión: sus orígenes hasta el Hospital Pasteur de Montevideo.» Héctor Brazeiro Díez. (SUHM). Transcripción e ilustraciones de Antonio L. Turnes (30/12/2012).
    «Los desvelos edilicios de don Manuel (Oribe) eran amplios; edificó otras iglesias, la del Paso del Molino, la del Reducto, la basílica en San José. Pero aquí sus esfuerzos se centraron en esta Iglesia y en el Colegio, separados por la Plaza, que muchas mañanas atravesó después de Misa, corto el aliento, para visitar los cimientos que el catalán don Antonio Fontgibell levantaba para el Colegio. La Plaza de Toros, otra inquietud, quedaba más lejos.
    Esta fiebre edilicia requería constructores, que los tuvo y buenos. Porque don Antonio Fontgibell ganó la confianza del General (Manuel Oribe) cuando en 1846 apenas llegado al caserío, unió las orillas del arroyo Cerrito donde cortaba el camino de los Olivos con un puente de piedra, levantado de apuro en 24 horas, y que siguió prestando servicios hasta que en 1848 se entubó el arroyo.
    Hubieron otros constructores en la Restauración; no me olvido de don Vicente Mayol, maestro de obras, también español, mallorquín que sabía escribir de historia, Don Romeo Hitta, el ingeniero porteño que poseyó estancia en Las Piedras y que por sus construcciones cobró fuerte al General.
    Pero Antonio Fontgibell fue para el Cerrito y sus alrededores lo que Toribio para Montevideo y el Hospital de Caridad. Diestro en aquellos ladrillos grandes y chatos que asombraban a los vecinos de la Unión que vieron demoler parte de la Cárcel en 1898. Don Antonio los disponía en bóvedas, en arcos, en cercos de un modo particular, de canto, casi sin mezcla, coronados por una hilera; así construyó la Plaza de Toros.
    A Fontgibell debió la Restauración la primitiva Iglesia, el famoso «subterráneo« de Oribe, que era un gigantesco aljibe, la Plaza de Toros, los Baños y Lavaderos públicos, que al menos se iniciaron.«
    El texto anterior es extractado de Página 5 del libro: «Historia del Hospital Pasteur, el Asilo de mendigos de La Unión: sus orígenes hasta el Hospital Pasteur de Montevideo.» Héctor Brazeiro Díez. (SUHM). Transcripción e ilustraciones de Antonio L. Turnes (30/12/2012)
    El mencionado puente de piedra sobre el arroyo Cerrito se hallaría en:
    Camino de los Olivos (actual Ing. José Serrato) y arroyo del Cerrito (actual Avenida Costanera del Cerrito o Avda. Jacobo Varela), Montevideo.
    34°51’39.1″S 56°09’08.1″W / -34.860850 -56.152240 / Enlace a Google maps. ↩︎
  9. Historia del Hospital Pasteur, el Asilo de Mendigos de La Unión: sus orígenes hasta el Hospital Pasteur de Montevideo”. Héctor Brazeiro Díez (SUHM). Transcripción e ilustraciones de Antonio L. Turnes. Año 2012. ↩︎
  10. Libro: “El militarismo y la unificación italiana. La Historia de Moreno y Fá. Las Piedras 1853 – 1897
    Autor: Raúl Cheda Espiga. Año 2013.
    Talleres gráficos Vanguardia. ↩︎
  11. Se puede ver una muestra de construcción de escaleras bóvedas con arco catenario y ladrillos, usando técnicas catalanas de albañilería en: http://www.youtube.com/watch?v=DxRbrKI77o0 ↩︎
  12. Artículo “La secularización institucionaliza el pluralismo / Bibliografía”
    Autor: Alberto Methol Ferré. ↩︎
  13. Balance de entradas y salidas para un concierto de cinco campanas adquiridas para la Iglesia parroquial de San Isidro de Las Piedras.
    Autor: P. Don Lorenzo Bacigalupo SDB, cura vicario.
    Imprenta a vapor de A. Migone. 1890. ↩︎
  14. Extracto de diario “La Tribuna popular”, de 1868. ↩︎
  15. La Iglesia de la Parroquia San Isidro, Las Piedras.
    Apuntes del arquitecto Carlos A. Trobo. ↩︎
  16. Pilar Cabrera evoca a los primeros inmigrantes canarios que supieron dar vida a la ciudad de Las Piedras y a la historia de nuestra Patria a través de innumerables actividades.

    Pilar Cabrera.
    Nació el 12 octubre de 1856, llegó a las Piedras en 1874, donde se instaló como comerciante, y en 1878 se casó con doña Juana Saraceno y tuvieron diez hijos.
    Fue un prestigioso comerciante, dueño de la Tienda y Sastrería fundada con el nombre de Baratillo de San Isidro, ubicada donde actualmente funciona el BPS (Avda. de las Instrucciones del año XIII y calle Lavalleja, Las Piedras); era un comercio de gran tradición y reconocimiento en la sociedad pedrense, espacio de intercambio mercantil, social y de capacitación de oficios, que se destacaba además por las pintorescas propagandas:
    “Volverán las oscuras golondrinas
    de tus balcones sus nidos a colgar,
    pero liquidaciones como las de Cabrera
    esas no volverán jamás…!»
    La casa de Pilar y Juanita fue testigo de frecuentes tertulias familiares y veladas musicales.
    La familia Cabrera formó una orquesta donde todos sus integrantes interpretaban algún instrumento.
    El hijo, Germán Cabrera, que sería famoso escultor, tocaba el triángulo.
    Pilar también se reconoce por su compromiso con la comunidad, se consustanció con la vida y la problemática de los agricultores, se destaca su trabajo de periodista y escritor sobre el problema agrícola nacional: “El hombre para la tierra y la tierra para el hombre”.
    Realizó una actuación política firme y respetuosa que le llevó a intervenir en la Junta Local y a ser Diputado por Canelones representando al Partido Nacional (1917 – 1920).
    Formó parte del Club Solís de Las Piedras y fue alma máter en las fiestas populares del Carnaval, era el verdadero animador de aquellos carnavales pedrenses; tuvo su propia comparsa y su tienda era el lugar ideal para alquilar o adquirir los trajes carnavaleros.
    En 1924 se mudó a La Pilarica donde construyó la torre y el mirador del emblemático edificio, siendo desde entonces conocido como “El Castillo” por los vecinos.
    El nombre de La Pilarica surgió por la devoción que Pilar tenía por la Virgen del Pilar.
    Pilar Cabrera falleció el 26 de julio de 1935, quedando muy presente en la comunidad pedrense por su contribución a la construcción de la identidad e historia locales.
    Nos legó innumerables aportes, sin perder esa visión universal tan inteligente y sensible que es ejemplo hasta el día de hoy.
    Texto extractado de «Parque Artigas Museo a cielo abierto«, publicado por la Intendencia de Canelones. ↩︎
  17. A las obras realizadas en la década de 1940 que se mencionan, cabe agregar la demolición de los techos abovedados de la Sacristía original, ubicada detrás de la iglesia.
    Del aspecto original de esta Sacristía, sólo se dispone de algunos indicios.
    Demolición de techos de la Sacristía original.

    En la parte superior puede verse la pared posterior de la Iglesia.
    Dichas construcciones fueron adecuadas para uso de la comunidad salesiana y posteriormente se efectuaron diversas reformas para uso del Colegio San Isidro, el cual se mantiene hasta la actualidad. ↩︎
  18. El arquitecto Rafael Ruano (1891 – 1961), fue egresado con Medalla de Oro de L’ Ecole de Beaux Arts de París, título que revalidó en Montevideo.
    Realizó diversas obras actuando tanto como proyectista o como empresario, algunas veces en sociedad con otros arquitectos.
    Mencionamos las obras de la Nunciatura Apostólica, el Palacio Díaz (avenida 18 de julio casi Ejido), los cines Radio City, Trocadero, Luxor, Cosmópolis del Cerro y Eliseo. El proyecto de la capilla de Stella Maris en Carrasco, la residencia Strauch en la rambla de Carrasco, el chalé de Ricardo Butler en el Prado, edificio Proamar (Ciudadela 1156). ↩︎
  19. Entre los años 1941 y 1951, el arquitecto Rafael Ruano dirigió las obras de restauración de la Catedral de Montevideo. Estas obras fueron continuadas por el arquitecto Guillermo Armas hasta su culminación en 1961.
    Datos del libro: “La Catedral de Montevideo. Historia de su restauración. 1941 – 1961
    Autor: Monseñor Luis R. de Santiago. Año 1961.
    Impresora Rex S.A. ↩︎
  20. El ingeniero Adolf Hartschuh, de origen alemán, efectuó cálculos de importantes estructuras que se construyeron en la época;
    – estructura del palacio Salvo (arq. Mario Palanti), del
    – estadio Centenario (arq. Juan Antonio Scasso),
    – el Hospital de Clínicas (arq. Carlos A. Surraco),
    – consolidación estructural en la Catedral de Montevideo. ↩︎
  21. El arq. Carlos A. Trobo relata que el nombre del padre Nuti no era Orestes, sino Oreste Santiago Nuti. ↩︎
  22. Carlos Alfredo Trobo Cabrera, arquitecto pedrense, nacido en 1923 y fallecido en 2016.
    Arquitecto Carlos Alfredo Trobo Cabrera
    Arquitecto Carlos A. Trobo.
    Tuvo una extensa trayectoria en realización de múltiples viviendas, templos, edificios educativos, religiosos, comercios e industrias.
    Se destacan la Caja Popular en Las Piedras (luego Banco La Caja Obrera, en avenida Artigas y Leandro Gómez), Parroquia Nuestra Señora de Fátima (Brito del Pino 1344, Montevideo), Iglesia parroquial San Antonio María Claret en Progreso.
    Recordado profesor de Matemáticas en el Liceo local de Las Piedras.
    También ha realizado una labor pionera en el país en la aplicación práctica de dinámicas sociales y pensamiento, habiendo realizado múltiples asesoramientos para empresas y colaboraciones sociales.
    Junto a su esposa Ofelia Píriz Mac Coll, tuvieron intensa participación en la comunidad católica pedrense. http://carlosalfredotrobo.blogspot.com/ ↩︎
  23. Arquitecto Juan Giuria (1880-1957), profesor de Historia de la Arquitectura en la Facultad de Arquitectura de la Universidad de la República.
    Pionero en el estudio de la arquitectura de Uruguay y Paraguay, fue formador del Instituto de Historia de la Arquitectura en la nombrada Facultad. ↩︎
  24. Ingeniero Walter Hill (1903 – 1987), profesor de Física en la Facultad de Ingeniería de la Universidad de la República, Montevideo.
    De su extensa obra, destacamos la estructura e instalaciones del Edificio del Banco de Seguros del Estado y del Edificio de Renta del Banco de Seguros del Estado; la estructura de la Caja de Jubilaciones; estructura del Edificio de la ANCAP; estructura e Instalaciones del Edificio para la Facultad de Ingeniería (proyecto del Arq. Julio Vilamajó) ↩︎
  25. Las obras mencionadas en los años 1971 y 1972 fueron dirigidas por el arquitecto Carlos A. Trobo, la realización de estos trabajos por obreros a las órdenes de Félix Soca y la instalación eléctrica llevada a cabo por la Sociedad Juan Carlos Lerena. ↩︎
  26. “Arquitectura religiosa postconciliar: forma y función”.
    Autor: José Miguel Morales Folguera.
    Baetica, Estudios de arte, geografía e historia. 2-1 , 1979, 47-52. Facultad de filosofía y letras. Universidad de Málaga. ↩︎
  27. La capilla del Santísimo Sacramento, en la Iglesia de la Parroquia San Isidro, Las Piedras.
    Testimonios del arquitecto Carlos Alfredo Trobo, donde relata intenciones proyectuales y circunstancias en la construcción de esta capilla. ↩︎
  28. La Capilla de María Auxiliadora, de estilo ecléctico gótico, fue construida para uso del Colegio San Isidro y se ubicaba en la esquina Suroeste de avenida Artigas y calle Garibaldi.
    Fue demolida a fines de la década de 1960 para ser sustituida por locales comerciales. ↩︎

4 respuestas a «Templo Parroquial de San Isidro Labrador.»

Excelente artículo. Una completa y detallada recopilación. Pedrense de toda la vida y no sabia toda la historia que tienen para contar las paredes de mi querida Iglesia San Isidro Labrador.

Muchas gracias.
Seguimos a la búsqueda de documentación, fotos, relatos, etc., que permitan ampliar el conocimiento sobre este edificio y la comunidad pedrense que lo genera.

Hola. De más esta decir, es una hermosa y completa recopilación de información.
Una consulta: ¿Los planos de la edificación, son de acceso público? Debe ser interesante «el navegarlos», como si de una imagen de sus entrañas se tratase.

Alejandro Ferrari:
Entiendo que la documentación mencionada no se encuentra disponible públicamente.
Igualmente, es una edificación generalmente abierta para su ingreso.
Particularmente, en los días del patrimonio son accesibles los espacios principales y varios de interés, realizándose recorridos por el edificio.

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