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Grupo de arquitectos de la zona.

Una generación de arquitectos, en La Paz, Las Piedras y Progreso.

Como todo, el siguiente es un relato con una visión parcial, lo que yo recuerdo.

Ojalá surjan aportes y contribuciones, ¡fotografías!, para ir reconstruyendo la memoria sobre este tema. Serán bienvenidos.

Arq. Gabriel De Benedetti.

Mi introducción.

Yo estudiaba arquitectura1 y nos ennoviamos con Amira, con quien hoy estamos casados.

Resultó que su padre, Carlos Alfredo Trobo, era arquitecto.

Carlos ya estaba considerando dejar de hacer trabajos de arquitectura2, salvo algunos esporádicos para la Iglesia católica, dado que era un hombre de Fe activa.

Repentinamente encontró que el novio de su hija menor estudiaba arquitectura, una de sus pasiones de su vida.

Carlos, al apreciar mi interés en la arquitectura3, y seguramente para dar una mano a esta pareja de chiquilines, me tomó bajo su ala.

Así que en el año 1987, con mis 19 años comencé a trabajar como ayudante de arquitecto para el arquitecto Carlos A. Trobo, en Las Piedras.

Me tomó por unas horas semanales para hacer trabajos de dibujo técnico, mandados, y aprender de a poco el oficio de ser arquitecto en una localidad del interior.

Fue así que empecé a experimentar el oficio del arquitecto; a dibujar planos, aprendí a escribir a máquina memorias descriptivas, preparé presupuestos, planificaciones de obra, etc.

Aprendí mucho con mi suegro arquitecto, descubrí como hacer trámites ante la Intendencia de Canelones, acompañé sus visitas a obras de construcción, vi como tratar con clientes y constructores, y me benefició con sus consejos; perlas de sabiduría.

Arquitecto Carlos Alfredo Trobo Cabrera.
Arquitecto Carlos Alfredo Trobo Cabrera.

En ese contexto, fue que un buen día, Carlos (yo aún no me animaba a llamarlo «Carlitos») me llevó a presenciar una reunión de arquitectos de la zona.

Algo que a mí me pareció muy extraño; para mí, los arquitectos eran competidores, prácticamente sin contacto entre sí.

Arquitectos de la zona.

De esa forma descubrí que desde hacía años, desde fines de la década del ’70, los arquitectos de la zona ya se reunían identificándose como tales.

Estas reuniones fueron inicialmente de carácter social, pero también para tratar temas profesionales en común, e intentando efectuar un aporte profesional al desarrollo urbano.

Según Carlos A. Trobo, el interés de esas reuniones era que los arquitectos dejaran aparte los recelos de la competencia comercial, crearan lazos personales y trabajaran en equipo para realizar un aporte desde la profesión, a la ciudad y la sociedad.

Él tenía una gran confianza en el potencial de los grupos cuando se disponen a pensar y actuar en conjunto.

En años anteriores ya habían realizado estudios y diversos análisis sobre el desarrollo de Las Piedras.

Hay que tomar esto en un contexto, donde a pesar del crecimiento demográfico y urbano que tenían estas localidades, era ilusorio que desde el Estado central o la Intendencia se considerara la realización de planes urbanísticos, mucho menos disponer recursos para el estudio y planificación sobre el territorio.

Desde mi percepción, -y es una visión que he heredado de esos profesionales- opino que es una constante la presencia de dirigentes en la Intendencia que consideran que la gestión territorial se reduce a mantener el «statu quo», perpetuando trámites burocráticos, y desestimando (o activamente obstaculizando) otras iniciativas.

Obelisco, Las Piedras
Obelisco conmemorativo de Batalla de Las Piedras.4

Proyecto de viaducto sobre vía férrea.

De esos análisis realizados a principios de los ’80, percibieron que desde su condición particular no podían afrontar todos los problemas de la ciudad.

Así que se seleccionó un problema concreto, específico y práctico, al alcance de sus posibilidades de acción.

De esa experiencia, realizaron un estudio y proyecto para realizar un viaducto vehicular sobre la vía férrea, a la altura de calle Juan Ortiz.

El sitio fue seleccionado por los niveles naturales de terreno, y la finalidad era evitar el corte de comunicaciones físicas en la ciudad, por la incidencia de la vía del ferrocarril.

Yo no llegué a ver los planos de ese proyecto, pero sin duda la experiencia había servido como gimnasia de trabajo en común, entre quienes anteriormente se veían como competidores en el ejercicio particular de la profesión.

Una generación de arquitectos.

Yo puedo atestiguar de primera mano, que esa generación de arquitectos de la zona, se encontraron regularmente, al menos desde inicios de la década del ’80 y hasta bien avanzada la década de los ’90.

Recuerdo un núcleo formado por los arquitectos Carlos Alfredo Trobo (mi suegro, que era el mayor de edad en el grupo), Nelson Sierra y Juan Carlos Laglère -quienes trabajaban asociados-, Juan Pablo Giaconi, Ana Marusich, Walter Moreira, Jorge Luis Coll.

De forma algo más esporádica, también recuerdo intervención de los arquitectos Escuder, Ridao, Borgno, Capote, Bartolic, Clara López.

Liceo Manuel Rose, de Las Piedras
Liceo Manuel Rosé, de Las Piedras.

Lamentablemente, puedo estar olvidando algunos nombres5.

En ese tiempo, mi participación era más bien escuchando, no como arquitecto ya que recién me recibí en 1996. Claramente, mi presencia era admitida, por el prestigio que tenía mi suegro.

Muchos de ellos me ayudaron a trabajar mientras culminaba mis estudios, por lo cual mantengo un gran agradecimiento.

Debo comentar que Jorge Coll era el menor de esa generación, y creo que me llevaba más de diez años.

Ese «hueco» de arquitectos con edades intermedias, se debió a la intervención de la dictadura militar en la Facultad de Arquitectura.
De los años de permanencia de la dictadura, no quedaron titulados de arquitectura ejerciendo en la zona.

Posteriormente, se agregaron otros arquitectos y arquitectas de generaciones más jóvenes, y se siguieron efectuando reuniones con participación renovada hasta alrededor de 2010.6

La zona.

La generación de arquitectos mencionada, se consideraba de la zona aproximada de La Paz, Las Piedras, Progreso7.

Los arquitectos eran invitados, por vivir en la región -con límites algo difusos-, por ser de una familia local, o por realizar o haber efectuado varios trabajos de arquitectura en la zona.

Club Solís de Las Piedras 2023
Club Solís de Las Piedras, foto del año 2023.

Si bien algunos eran socios de la Sociedad de Arquitectos del Uruguay (SAU), e incluso llegó a coexistir una filial de la SAU en Las Piedras, hubo una fuerte resistencia a integrar esas reuniones a la SAU.

Puedo afirmar que lo que se decidía en esas reuniones tenía mayor validación y acatamiento en la zona, que lo que pudiera venir desde la SAU.

Un ejemplo claro, es el de un acuerdo local sobre honorarios profesionales, que fue una referencia durante años.

Recuerdo que eran reuniones típicas de esa generación; mucha conversación y anécdotas, órdenes del día trabajosamente cumplidas, y cierta tendencia a una catarsis de quejas, generalmente contra procedimientos de tramitaciones y ante ciertas prácticas de integrantes de la Intendencia8.

Pero también se desarrollaba preocupación por asuntos éticos, interés por el desarrollo ordenado de la zona, propuestas para mejorar la gestión de la Intendencia, aspectos de relacionamiento entre colegas.

Los firmaplanos.

Un tema recurrente -además de las quejas contra la Intendencia-, era el de la competencia desleal por parte del fenómeno de los «firmaplanos».

Corresponde señalar que la mayoría de las edificaciones en la zona, fueron realizadas sin tramitar permiso de construcción.

Por diversas razones, existía un mercado de propietarios con disposición a tramitar la regularización de las construcciones en sus predios.

Ante este mercado, varios de los estudios de la zona trabajábamos tramitando regularizaciones, entre otros trabajos de arquitectura9.

En ese contexto, surgió la oferta por personas que vendían sus servicios como dibujantes y gestores de trámites.

Estas personas contaban con la firma de arquitecto para sus trámites. Pero en algunos casos, estos arquitectos sólo firmaban los planos sin siquiera conocer las construcciones ni interesarse por la tarea, y cobrando honorarios muy bajos.

A estos arquitectos se los llamaba despectivamente «firmaplanos».

Plaza Las Piedras 2023
Plaza de Las Piedras, 2023.

Se argumentaba que esta práctica, generaba una competencia desleal ante otros profesionales que trabajaban y asumían su tarea con otro alcance en su responsabilidad.

Además, había denuncias por maniobras de tratamiento permisivo en esos trámites, y contra funcionarios inspectores de la Intendencia que presionaban a posibles clientes para que los contrataran10.

Esta situación era una preocupación constante en ese momento.

Proyecto para Policlínico central de Crami.

La relación dentro del grupo era tal que se llegaron a generar y realizar trabajos en común.

Por ejemplo, puedo indicar el proyecto para el Policlínico central para Crami.11

Dicho proyecto se emplazaría en el predio con frentes a calles Pilar Cabrera, Luis Alberto de Herrera, y la vía férrea, en Las Piedras.

Finalmente no se construyó, siendo un antecedente para el proyecto del actual Policlínico central, en dicho predio.

Publicación de normas.

Recuerdo que donde se logró gran consenso, fuerza y persistencia en el tiempo, fue sobre el reclamo a la Intendencia Municipal de Canelones, para que publicara las normas vigentes.

Con este reclamo se buscaba que los profesionales privados y la ciudadanía tuvieran seguridad jurídica.

No hubo respuesta positiva12.

Società italiana di Las Piedras 2023
La Società Italiana di Las Piedras fue lugar de algunas de las reuniones de arquitectos de la zona a principios de los ’90. (Foto del año 2023).

Esta situación se mantuvo hasta que el arq. Andrés Ridao fue nombrado Director General en la Intendencia de Canelones, y dispuso avanzar en la recopilación y publicación de las normas.

Gracias a eso es que hoy es posible acceder a las normas publicadas en el sitio web de la Intendencia.

Arraigo ciudadano y profesional.

Debo decir que muchas de las preocupaciones de los arquitectos de la zona que fueron planteadas en esa época, fueron desoídas por las autoridades de la Intendencia del momento.

Plaza de Las Piedras, 2023
Plaza de Las Piedras, año 2023.

Posteriormente, en los estudios y preparación de los posteriores instrumentos de ordenamiento territorial referidos a la zona, se comprobó que eran temas vigentes y necesarios para el bienestar de los habitantes de la zona.

Al respecto, debo resaltar que a pesar de los medios limitados y de no ser especialistas en ordenamiento territorial, la visión de estos técnicos fue muy avanzada y acertada en muchos de sus planteos.

En lo personal, expreso mi agradecimiento por haber conocido a estos profesionales arquitectos, que compartieron su raigambre y compromiso por la comunidad de La Paz, Las Piedras, Progreso.

Arq. Gabriel De Benedetti.


Notas.

  1. Esta introducción no es relevante para el tema, es sólo un contexto que explica el período de tiempo abarcado en este artículo y mi visión al respecto, necesariamente parcial. ↩︎
  2. «Las obras me tenían cansado», decía Carlos A. Trobo. El asunto era que el ejercicio liberal de la profesión como arquitecto en Las Piedras era muy demandante, con altibajos en resultados económicos. Ante esto, Carlos había desarrollado otras formas de trabajo, por ejemplo; como «asesor de empresas», donde en forma pionera y autodidacta realizaba «coaching empresarial» a empresas de la zona, para pensar y acompañar la conducción de las mismas. ↩︎
  3. Supongo que al ver también mi ignorancia e inexperiencia sobre el ejercicio de la arquitectura. ↩︎
  4. Foto: https://parquebatalladelaspiedras.imcanelones.gub.uy/parque/descripcion.html ↩︎
  5. Si olvido nombrar a algún arquitecto o arquitecta que haya tenido participación, pido las disculpas del caso y agradeceré todo aporte; información, fotografías, anécdotas, comentarios, etc. ↩︎
  6. No quiero decir que posteriormente no se hicieran reuniones, pero el criterio de convocatoria y la generación de profesionales es diferente al de la época referida en este artículo. ↩︎
  7. La creación de 18 de mayo fue posterior, por lo que en ese momento se consideraba parte de Las Piedras y Progreso. ↩︎
  8. Reconozco que esas características de reuniones de arquitectos, no son exclusivas de esa generación. ↩︎
  9. En términos generales, durante las décadas de 1980 al 2000, los trabajos habituales en la mayoría de los estudios de arquitectura en la zona era la realización de Proyecto y Dirección de obra para destino vivienda unifamiliar y comercios. En menor medida, para locales industriales. Con diverso grado de especialización, también se realizaban trámites de Regularización, y de Habilitaciones de locales comerciales. Estos trabajos se reflejaban en Permisos de Construcción que se tramitaban ante las Juntas locales de la Intendencia Municipal de Canelones. La incidencia de otros trabajos vinculados a la profesión era prácticamente inexistente. ↩︎
  10. Esto último me consta por personas que acudieron a mí en calidad de clientes para que les regularizara sus construcciones, y me relataron las presiones, pedidos de «coimas», y aparentes estafas que habían sufrido anteriormente. ↩︎
  11. Originalmente, Crami quiso convocar a un concurso de proyectos para el Policlínico central, en el predio de Pilar Cabrera y Luis Alberto de Herrera, que anteriormente había servido como espacio para tablados de carnaval. Los directivos de Crami, con esta idea buscaban no ofender a ningún arquitecto de la zona por no haberlos invitado, pero con resultado que pondría a los arquitectos en franca competencia entre sí. Para evitar esto, el arq. Carlos A. Trobo propuso a Crami que los arquitectos de la zona que pensaban invitar para el posible concurso, fueran contratados como un equipo de trabajo, encargándoles la realización de un único proyecto. Esta fue la idea que prosperó, y el proyecto fue realizado por un equipo formado por los arquitectos Carlos A. Trobo, Nelson Sierra, Juan Carlos Laglère, Juan Pablo Giaconi, Escuder, Jorge Coll. Por diversos motivos, pasó el tiempo y ese proyecto no fue ejecutado. Años después se construyó otro proyecto, liderado por el arq. Andrés Ridao. ↩︎
  12. En ese momento, algo tan básico como acceder al texto de las normativas era un trabajo de investigación, paciencia y perseverancia para ir consiguiendo fotocopias de las normativas, casi de forma encubierta. A raíz de esto, la inseguridad jurídica, los cambios de criterio de la Administración para las tramitaciones, los perjuicios consiguientes a privados y las quejas al respecto de los profesionales, eran algo habitual. Decir que ante la oferta gratuita de hacer un compendio de normas, «no hubo respuesta positiva», es demasiada condescendencia con las autoridades de la época; fue tajantemente negativa. ↩︎

2 respuestas a «Grupo de arquitectos de la zona.»

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